¿Qué hacer con nuestro acuario en verano?

Siempre hay ganas de que llegue el verano, ¿verdad?...
Vacaciones, El Sol, la playa, descanso, helados, fiestas, disfrutar al aire libre... Todo eso es parte del encanto del verano, pero a los amantes de la acuariofilia nos supone un pequeño quebradero de cabeza. Cuando otros no parecen tener más preocupaciones que mantener la cerveza fría, nosotros nos enfrentamos a las altas temperaturas en el agua de nuestros acuarios.

 

En el artículo de hoy, vamos a dar algunos pequeños consejos, para hacer que el agua de nuestro acuario no se convierta en un caldo, más típico del frío invierno. Y la salud de nuestros habitantes no se vea muy afectada.

 

En primer lugar, queremos tranquilizar a nuestros lectores, dando por hecho que una temperatura normal para estas fechas en las que estamos pueden ser los 30ºC. Así que... ¡no nos alarmemos más de la cuenta!


La gran mayoría de nuestros habitantes acuáticos, provienen de zonas tropicales, en las que el agua de su hábitat natural alcanza fácilmente estas temperaturas en algunas zonas y en algunos momentos del año, incluso llegando a superarlas. Cuando atravesamos rachas de calor extremo, lo principal es aumentar la oxigenación del agua, puesto que a mayores temperaturas, menor es la concentración de O2.

Con aumentar la oxigenación, nos referimos a introducir un pequeño aireador que mueva un poco el agua y facilite el intercambio de gases, o simplemente hacer que la salida de nuestro filtro rompa en la superficie del agua, creando algo de movimiento. Con este simple gesto, estaremos ayudando al intercambio de gases entre el agua y el exterior.

 

Tendremos que estar muy atentos a la evaporación e ir rellenando con agua previamente tratada hasta conseguir el nivel óptimo. En este caso, nos ayudará rellenar con agua fresca. Al igual que con los cambios de agua... rellenando con agua fría conseguiremos bajar temporalmente la temperatura de nuestro acuario, e incluso este efecto podría llegar a simular a nuestros habitantes la llegada de la época de lluvias, incitando así a la reproducción o puesta, en muchas de nuestras especies.

 

Lo que mejor va a venir, sin duda a nuestro pequeño ecosistema, es que la superficie esté lo más abierta posible. Es decir, si podemos mantener la tapa abierta, hará que el calor que desprenden las pantallas de luz se disipe y no permanezca concentrado en el interior. Y, si podemos prescindir de la tapa, mucho mejor, dejando así el acuario abierto por completo, conseguiremos rebajar entre 1 y 2ºC la temperatura del agua.

 

Instalar un pequeño ventilador dirigido hacia la superficie del agua es la mejor opción si lo que queremos es mantener una temperatura más o menos constante. Ya existen ventiladores en el mercado diseñados especialmente para esta función, con los anclajes necesarios, pero si no los encontrásemos es bastante fácil construir uno utilizando ventiladores de PC, o directamente ¡usar un ventilador de los que tengamos más a mano!. Esto nos va a ayudar a que la temperatura de nuestro acuario se vea rebajada entre 2 y 3ºC. El inconveniente de instalar ventiladores es que la evaporación es aún más elevada, por lo que tendremos que estar muy pendientes de rellenar el acuario casi a diario.

 

Otra opción a valorar es acortar el fotoperiodo (horas de luz de nuestro acuario), siempre de manera prudente para evitar un desequilibrio y dar pie a las temidas algas, pero jugando con +/- 1 hora, haremos que esa hora de diferencia en pleno verano, nos ayude a eliminar algo de calor. Si por el contrario ya tenemos un fotoperiodo ajustado al mínimo (6-7 horas), podremos ayudarnos haciendo que nuestro acuario permanezca apagado las horas con mayor intensidad de luz solar (de 11:00 a 18:00 h.) y encendido las horas en las que El Sol ya no calienta tanto, (por ejemplo, a partir de las 18:00 h.).

 

Haciendo un resumen, los 'tips' a seguir para mantener nuestro agua lo más fresca posible en los meses de verano serían:

  1. Aumentar la oxigenación del agua.
  2. Rellenar con agua fresca, el agua evaporada.
  3. Mantener el acuario descubierto.
  4. Instalar ventilador/es dirigidos hacia la superficie del agua.
  5. Acortar y/o ajustar el fotoperiodo.

 

Por otro lado, existen teorías por la red en las que se habla de añadir cubitos de hielo directamente al acuario, o introducir una botella de agua completamente congelada... Realmente estos "inventos" no nos inspiran mucha confianza, pues el efecto que generan en nuestro acuario es más bien negativo, debido a que lo que conseguirá será bajar la temperatura momentáneamente unos cuantos grados, para luego incrementarla de nuevo, y como ya sabéis, los cambios bruscos y constantes de temperatura pueden ocasionar estrés en nuestros habitantes y desencadenar algunas enfermedades como el punto blanco.

 

Por otro lado, de cara los periodos vacacionales, en los que estemos fuera de casa unos cuantos días/semanas convendría que dejásemos el acuario algo abierto (tampoco por completo para ayudar a que no se evapore mucha agua), realizar una buena poda para evitar encontrarnos el acuario selvático cuando lleguemos, así como un generoso cambio de agua previo a marchar, con el fin de dejar el agua en las mejores condiciones posibles.

Por último tendremos que hacernos con un buen alimentador automático, programado 1 ó 2 veces al día (dependiendo de nuestros habitantes), pero es preferible no alimentar en exceso, puesto que los desechos quedarán en el agua hasta nuestra vuelta. Si tenemos algún familiar, amigo o vecino de confianza que se pase de vez en cuando por casa a rellenar lo que se haya evaporado, también puede quitarnos algún que otro quebradero de cabeza a nuestra vuelta... (dejar cervezas o refrescos bien fríos en la nevera nos puede ser de gran ayuda en este caso, :P).  Y por supuesto... ¡cruzar los dedos! o como hacen muchos de nuestros clientes, confiar en nosotros para ayudaros en estos días de vacaciones!

 

Esperamos que tengáis un buen verano y un feliz descanso.

 

¡Disfrutad del verano Aquabitantes!

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